Movilidad segura y sostenible
El nuevo paradigma de la seguridad vial
En un tiempo dejaremos definitivamente de hablar de seguridad vial, no porque se decrete la superación del problema, sino porque el entendimiento que tenemos de lalógica de la movilidad nos llevará a repensar el paradigma con el cual abordamos la seguridad.
Movernos es la actividad básica, lo hace el ser humano prácticamente desde que empieza a gatear, de ahí que el movernos sea la lógica que cobija conceptos como el tránsito, el transporte y la seguridad vial. Ahora bien, para acceder a algunos servicios y bienes las personas se mueven en el espacio público y al hacerlo deben compartirlo con otras personas que tienes expectativas propias sobre el aprovechamiento de ese mismo espacio. Si hacemos el ejercicio de pensar en el espacio público mientras lo transitamos, encontramos que su análisis no es limitable a la triada: conductor, vehículo, vía, sobre la cual principalmente se soporta los diagnósticos y la definición de políticas en seguridad vial. La razón es sencilla, no solo encontramos en el espacio público personas circulando, también el espacio público proporciona sitios para el libre esparcimiento, para descansar, hacer deporte, contemplar. También para las actividades que tienen que ver con la socialización: conversar, compartir, enseñar y culturizarse, sin dejar de lado las comerciales, legales o no. Dinámicas con respecto al aprovechamiento del espacio que es necesario contemplar como un factor determinante en la movilidad.
Entonces podemos afirmar que las personas en el espacio público transitan y el termino ser vuelve relevante por cuanto tiene dos acepciones: 1. Ir o pasar de un punto a otro por vías o parajes públicos. 2. Viajar o caminar haciendo tránsitos, esto es, hacer un alto. Para nuestro concepto de movilidad estas acepciones son los elementos con los cuales sustentamos la afirmación inicial: el nuevo paradigma de la seguridad debe trascender hacia un entendimiento mayor del problema, este es la movilidad segura, pero también sostenible en tanto que comparte con aquella la responsabilidad social por el bienestar del otro mientras este permanece en el espacio público.
¿Que relevancia tiene para la planificación de la seguridad vial esta afirmación? La primera es la necesidad de trascender, no obviar, pero si superar el concepto de la triada: vehículo, vía, persona. La dinámica de la vía está supeditada a su entorno, por lo tanto los proyectos viales no se deben estructurar con base en las necesidades del tránsito y el transporte de paso, sino que debe considerar las dinámicas de movilidad local, lo cual nos lleva a la necesidad planificar más allá de lo vial, además de escuchar a la comunidad con respecto a su necesidad de aprovechamiento del espacio público. Para ejemplarizarlo, muchos de los peligros que se asumen en la movilidad son consecuencia de aspectos como la inseguridad ciudadana, la especialización de los usos del suelo o la ruptura de la capilaridad local, lo cual conlleva a incrementar viajes y tiempos de los mismos en la búsqueda de acceder a servicios y bienes, en muchas ocasiones, sin contar con las condiciones de seguridad para realizarlos.
Para quienes deben trazar las rutas de transporte o de tránsito, esta condición conlleva la necesidad de evaluar además de los riesgos inherentes al tráfico, los relacionados con las dinámicas locales de movilidad, que tendrán un impacto significativo sobre los tiempos de viaje, las velocidades medias y el estrés al cual estará sometido el conductor. Acá la inclusión de los llamados “cuasi-accidentes” o incidentes viales, los cuales sin llegar a ser un accidente, tienen la potencialidad de convertirse en uno, es importante, puesto que ellos nos permiten tener un panorama más certero de los riesgos viales, de tal manera que la planificación de la movilidad no se realice únicamente sobre datos de víctimas en accidentes, ya que pueden mostrar una distorsión sobre los sitios de alto riesgo, principalmente porque un solo accidente puede tener muchas víctimas; en cambio, la constancia de incidentes viales en un sitio se convierte en un indicativo de la potencialidad del mismo para producir accidentes.
Controlar un riesgo siempre va ha requerir de un análisis profundo de la cadena de eventos que se desarrollan en la interacción entre el tránsito, las personas y las condiciones del espacio público.
Finalmente y debido a que el tema requiere un análisis más profundo, es necesario considerar las directrices con respecto a la sostenibilidad ambiental, la cual para el tema que nos ocupa requiere además de “eco conducción”, la atención de los lineamientos de la infraestructura vial verde.
Nuestros modelos de intervención sobre la movilidad, incluyen estos aspectos relacionados con la seguridad y la sostenibilidad ambiental, por lo cual le garantizar a nuestros clientes esquemas modernos y disruptivos que contribuyen a la movilidad eficiente, pero también a la eficiencia financiera del negocio. La seguridad representa una responsabilidad social empresarial, sin descuidar por ello, los aspectos económicos de la operación de transporte, de los cuales nuestros modelos también dan cuenta.
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